Dile a mi corazón que no lata,
que es políticamente incorrecto.
Aunque mis heridas se tiñan
de verdad y desconsuelo sin tu sal.
Las películas,
las canciones,
y los libros
me recuerdan que antes de nada,
después de todo,
estamos destinados a ser
dos líneas paralelas.
Sin poder tocarte
ni reduciendo la escala:[10000000:1] y seguimos
sin poder rozarnos.
No quieras darle una razón a esta hipofrenia.
Porque soy faquir
sobre los puñales de tu ausencia.
Y trapecista
sobre el abismo de esta soledad.
Pero no me pidas
que me mienta
y sea mi propio payaso
en este circo.
Que tus ojos son los focos
que me apuntan.
Y tu risa reflejada en los mios,
la mano que pide salir voluntaria.
Al fin y al cabo la cuerda floja
no es tan peligrosa
si la comparas con quererte.
Álex Souto